Con el asunto de "Dios existe - Dios no existe" se ha puesto de moda querer dirimir profundos problemas éticos, metafísicos y raigalmente personales en la valla publicitaria. En fin, cosas de nuestra estupidizada época, cuya apuesta de estupidización redoblan quienes dicen (eso creí durante un tiempo) estar contra ella.
Los medios se han hecho hasta ahora escaso eco, hacen bien, no hay que alimentar al cerdo si uno no quiere comerlo. Pero aquí estoy yo, alimentándolo, contradicciones de la vida. El diario El País -contradictorio como yo- se hace eco de la noticia con un significativo titular:
«Un autobús con desagradables mensajes contrarios al aborto recorre Madrid»
Conozco la objeción: "lo desagradable es el aborto, esto solo lo muestra tal como es"; pero es una objeción falsa, ante todo porque que sea horrible el hecho no tiene una conexión directa y necesaria con que al ver las imágenes del hecho lo voy a repeler.
Es desconocer la naturaleza humana creer que porque muestras unos drogatas hechos pedazos alguien se va a alejar de la droga, por mostrar cuerpos destrozados alguien va a dejar de asesinar, o por mostrar fetos abortados, alguien va a dejar de abortar. Eso no funciona en los dos primeros casos, y no va a funcionar en el tercero; si no que me digan cuántos dejaron de fumar por los mensajes e imágenes terribles en las cajetillas: "fumar te va a matar" (pulmón destrozado). Cuando fumaba me reía de ello (y fumaba mucho), incluso en el estanco elegía la imagen terrible que iba a llevar ese día
Por el contrario, lo que ocurrirá es que la retina ciudadana se anestesiará, y esas imágenes dejarán de surtir cualquier efecto, como de hecho ocurre con todas las demás. No sólo aquellos que abortan no sentirán nada frente a ellas por la razón de que no hay una conexión automática entre imágenes externas y lo que yo soy o hago, sino que tampoco los que podrían presionar sobre el aborto, los ciudadanos, que podrían movilizarse si se ven adecuadamente convocados, resultarán desconvocados (más de lo que ya lo están), al asociar la lucha antiaborto con el desagrado.
Por el contrario, lo que ocurrirá es que la retina ciudadana se anestesiará, y esas imágenes dejarán de surtir cualquier efecto, como de hecho ocurre con todas las demás. No sólo aquellos que abortan no sentirán nada frente a ellas por la razón de que no hay una conexión automática entre imágenes externas y lo que yo soy o hago, sino que tampoco los que podrían presionar sobre el aborto, los ciudadanos, que podrían movilizarse si se ven adecuadamente convocados, resultarán desconvocados (más de lo que ya lo están), al asociar la lucha antiaborto con el desagrado.
Esto ya ocurre, y gran parte de la insensibilidad ante el aborto es posiblemente (estoy seguro) fruto de las campañas de los antiabortistas. Me pregunto si hay una relación de dessensibilización en el hecho de que de momento muy pocos periódicos se han interesado por esta noticia.
En fin, parece que además de todo era mentira que tenían los papeles en regla para la campaña, así que hoy o mañana dejarán de circular. Yo me alegro mucho porque aunque ya se ha avanzado mucho en esta tarea de dessensibilizar a la gente, unos días menos son toda una ganancia.
Quisiera que sepan los antiabortistas activos que aquí hay uno, yo mismo, que se siente profundamente desconvocado y lejano a todo ese lenguaje materialista, ateo, grosero, de hacer campaña. Estuve en un tiempo bastante a punto de moverme visiblemente (quiero decir, salir a la calle a hacer cosas antiaborto), pero estos mensajes, esta manera de hacerlo, tener que plegarme a esto, me ha desconvocado por completo.
Eso no quiere decir que deje de ser provida: estoy a favor de la vida, y por tanto contra el aborto, la eugenesia, la eutanasia y la pena de muerte, pero formo parte de esa mayoría a la que han terminado dando repugnancia. Si querían obtener otro resultado, conmigo les salió mal. Y estoy seguro que con muchísimos más.
Ahora bien, la pregunta que me surge es: ¿quién les piensa las campañas a los antabortistas? ¿el publicitario de Parenthood?
Me parece que tienes toda la razón. El ser humano se mueve muchas veces por condicionamiento y se aleja o rechaza todo aquello que en su momento le produjo dolor oprofundo desagrado. En este caso ni van a convencer a los abortistas, que verán esta campaña como una agresión (es como querer convencer de algo a base de puñetazos en el estómago), ni van a movilizar a lis pro-vida
ResponderEliminar(Continuo) ni van a movilizar a los pro-vida, que también se sienten agredidos por las imágenes (no necesito que me enseñes eso para saber lo que es) y no quieren para otros (aunque sean abortistas) lo que no quieren para sí. Esto sólo contribuye a aumentar el nivel de agresividad y a dividir aún más.
ResponderEliminarSí, Jorge, desde todo punto de vista, ético y estratégico, esta campaña y sus semejantes resultan desastrosas. A mí me parece que sólo se explican si:
ResponderEliminar1- alguien infiltrado está sugiriendo campañas desconvocantes (y mi pregunta sobre si el publicista de esto trabaja para Parenthood va en serio)
2- el movimiento otrora provida ha llegado a tal nivel de ideologización, que ya sólo se mueve con las armas del adversario: el otro enarbola cruces quemadas y echa sangre menstrual en una iglesia, entonces yo le respondo con cachos de carne humana sanguinolenta.
Como no soy dado a las teorías conspirativas, me inclino por la segunda.
Me decía ayer una amiga que muchas chicas en trance de abortar dejan de hacerlo luego que ven estas imágenes (se supone que eso rebate mi argumento).
Yo no dudo que en cierto contexto la imagen sea eficaz: si eres fumador y vas al médico con medio pulmón en la mano, y el médico te muestra la foto de un pulmón destrozado, es posible que tomes conciencia, pero eso no es lo mismo que poner la foto en al valla pública.
Yo quisiera saber cuántas chicas dejaron de abortar porque vieron esas imágenes en frío, en la valla pública, como reclamos publicitarios.
¿Habrá un descenso de la tasa de abortos luego de esta campaña? eso es lo que demostraría la eficacia, y no si una chica a la que en el contexto íntimo de una charla se le muestra una imagen sangrante, la impresiona y no aborta.
De todos modos, aunque sea eficaz, queda sin responder la cuestión ética: ¿se justifica rebajar al ser humano (son fotos de personas!) para obtener el arrepentimiento de una posible abortante?
Yo me pregunto: ¿y si luchamos contra la pedofilia mostrando públicamente videos de padres copulando con sus hijos? El caso es exactamente el mismo: queremos luchar contra la manipulación de la vida humana, rebajando el feto-persona al nivel de reclamo publicitario carnalmente grosero.