lunes, 21 de abril de 2014

«Lobby gay»

En mi post de ayer escribía «el "lobby gay" (sólo reproduzco la expresión, pero no me hago cargo de ella)». En general, siempre me da cierto repeluz usar expresiones como «lobby gay», «lobby abortista», «lobby feminista», «lobby ateo», etc, expresiones tan usuales (y a lo que creo, tan injustas y erradas) en nuestros medios religiosos. De hecho, se usan como si no hiciera falta aclarar nada, como si con decir «lobby gay» ya hubiéramos hecho alusión a algo comprensible de suyo.

Los pocos que me leen saben que llevo el sitio El Testigo Fiel; ese sitio es... nada, es el esfuerzo de mis amigas Toñi y Andrea, y el mío propio por unos años, y mayormente mío en la actualidad. No sé cómo sigue en pie, simplemente por providencia, porque ni siquiera sé cómo hago de hecho cada mes para pagar el servidor, pero lo pago. Escribo en plural las comunicaciones institucionales, usando un plural "institucional" (desde ETF deseamos que, pensamos que, etc), y la gente me sigue el juego, y me habla en plural, posiblemente pensando que somos varios los que llevamos el sitio.
Todo esto viene a cuento del «lobby gay», porque recuerdo de una vez -hace ya muchos años- que Toñi encontró un sitio donde se hablaba del «lobby cristiano»... ¡y El Testigo Fiel estaba en la lista! Allí mismo se aludía a que era imposible que esos foros cristianos no tuvieran una gran financiación... y es verdad, así se ve desde afuera, sobre todo en sitios bien hechos y consecuentes en su presencia como (y sí, lo digo) El Testigo Fiel.
Bien, cualquiera que conozca el paño, sabe que ETF no pertenece a ningún lobby de nada, es puro esfuerzo personal. Algunos sitios cristianos tienen publicidad, como Libertad digital, o reciben financiación de una congregación o grupo, como Catholic.net (según tengo entendido, de los Legionarios), pero eso no es pertenecer a ningún «lobby», es tener resuelto en parte lo que ETF no tiene resuelto en absoluto, el complicado e imprescindible problema de la financiación.

Lo curioso es que gente que padece la acusación de pertenecer a un lobby, y sabe lo absurda e injusta que es esa acusación, lance con tanta frivolidad esa misma acusación hacia los demás.

En el video de la madre de Umma Azul y su pareja, ellas se congratulan de que la Iglesia les haya bautizado la hija, y esperan que dentro de poco haya matrimonio homosexual en la Iglesia ¿dicen eso porque así lo dicta el «lobby gay» o porque ellas están convencidas de la lógica y verdad de lo que sienten, piden y viven?
Naturalmente que ellas están convencidas de la justicia de lo que piden... ¡y eso es precisamente lo complicado! que debemos ir con mucha cautela en un diálogo con el mundo, para respetar la conciencia del otro, que es siempre verdadera (para él) y a la vez confrontar esa conciencia con lo que en conciencia percibimos nosotros como la verdad de Cristo, superior a nuestras conciencias.
La vida sería muy sencilla si hubiera realmente «lobbys» en estas cuestiones, bastaría con identificarlos... pero realmente no los hay: hay gente que personalmente está convencida, en su propia e inviolable conciencia, de la justicia y verdad de lo que piensa, siente y experimenta, y si nosotros pensamos y sentimos que la verdad es otra, no es que debemos callarlo, pero sí transmitirlo con la suficiente delicadeza como para que el otro se pueda sentir promovido a la verdad, y no aplastado por nuestra supuesta superioridad.

La excusa para obrar de otro modo es -me lo han dicho muchas veces- que "los contrarios" no tienen esa delicadeza... ¡no, claro que no! precisamente en ser capaces de ver la verdad de la conciencia del otro, de admitir que hay verdad en todo, y por tanto también en el otro, en esa empatía con la verdad de todos radica la auténtica superioridad de la comprensión cristiana del mundo y del hombre. Desmentimos y perdemos esa superioridad cuando nos regimos por estrategias de difusión de nuestras ideas basadas en el poder y el número, en la dicotomía ideológica, la fuerza y el acallamiento de los demás.

1 comentario:

  1. El lobby tolstoiano sí que es perverso e influyente.

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