sábado, 10 de agosto de 2019

Con mis impuestos sí

Con la cuestión del Open Arms rescatando náufragos que Europa se niega a recibir los periódicos están llenos de voxiferantes1 diciendo "que los devuelvan al África", "con mis impuestos no", etc.
Yo voy a tratar de explicar sin acritud por qué creo que con mis impuestos sí. Lo haré respondiendo a las objeciones que he ido leyendo en las redes:

-No habría que haberlos dejado salir...
Y Adán no debería haber comido el fruto. La realidad es la que nos toca, no las que nos debería haber tocado. Si estoy con un barco en el mar y veo 30 personas abandonadas en él en peligro de muerte, si además hay niños y mujeres embarazadas, lo que toca es rescatarlos, no importa cómo llegaron allí. Esto incluye la objeción de que son víctimas de la trata de personas. Sí, la mayoría lo son, pero ellos no tienen la culpa de serlo, no se puede castigar en ellos a la trata de personas, a ellos solo toca rescatarlos.

-Rescatarlos tiene un efecto-llamada, si rescatas a estos, otros más lo intentarán.
El rescate no lo están mirando por la tele 50 negritos en bañador esperando a ver si rescatamos a estos para lanzarse a nadar así los rescatamos. Es infantil imaginarlo así. Las condiciones de supervivencia en origen de esta pobre gente es tal que si no los rescatamos para evitar el efecto llamada morirán estos 50 y los 50 que venían atrás pensado que a lo mejor los recataríamos, y los 50 que venían atrás de los otros 50, etc. Es decir: su salida hacia nosotros es una salida desesperada, no la respuesta a ninguna llamada.

-Esto solo favorece a las mafias
Sin duda que esto favorece a las mafias, en el mismo sentido en que tener una justicia más justa favorece a los delincuentes, porque se cuelan más fácil en el sistema: cuando le cortaban el pito al violador había menos violadores, pero prefiero nuestra justicia con garantías, que cuela más delitos pero es más justa, que la justicia sin garantías que es injusta por definición.
Si rescatas gente traficada por las mafias las mafias tomarán más alas, eso es verdad, pero si no los rescatamos ni eliminamos las mafias ni solucionamos el problema humanitario de esta pobre gente.
Ellos no son culpables de nada, eso es lo que hay que grabarse en la mente y el corazón: si tienes problema con las mafias persigue a las mafias, pero no los castigues a ellos por ser traficados: no los conviertas en putas que además pagan la cama.

-Los de estas ONG y Richard Gere vuelven a sus confortables casas donde tienen colchones
Sí, claro, el estado ideal del hombre no es ahogarse en el Mediterráneo.

-Estas ONG no encuentran los náufragos por casualidad, salieron a buscarlos
Obvio: ya sabemos que va a haber, y en vez de esperar a recibirlos muertos en las playas, se sale a buscarlos mientras es posible hacer un poco más.

-Lo que hay que hacer es devolverlos a sus sitios de origen y ayudar a esos países a que se desarrollen
Estas dos objeciones suelen ir juntas, pero merecen ser tratadas por separado: a sus sitios de origen, no... ellos salieron, y no salieron porque sí, salieron desesperados, salieron como última oportunidad, nadie se arriesga a lo que ellos se arriesgan por "cobrar una paguita" (una estupidez hiper-repetida en internet). Debemos ayudarlo en el estado en que los encontramos, con parte de su gesta humana hecha, nosotros tenemos que ayudarlos a completar el resto. No son animales que se escaparon de un corral y a los que sí cabría volverlos. Son seres humanos que no encontraron otra salida que esta, y esta es la que tenemos que ayudarles a realizar, como ayudarías a tu amigo o a tu hermano, aunque el camino que eligió no es el que tú elegirías para ti. Con el mismo sentido de humanidad y respeto: es pobre, no animal ni inferior.
La segunda es cierta, Europa, como lugar privilegiado cultural y económicamente, debería estar muy comprometida en el desarrollo de los países de origen de estos náufragos, para que no necesitaran huir. Pero Europa (igual que USA, Japón y otros) no hace nada. Y lo que es peor, sospechamos con fundamento que lo que hace es corromper y explotar esos países de origen. Aunque eso último no fuera cierto (que lo es), Europa no hace nada por esos países. Nada. Y le toca hacerlo, como espacio rico del mundo, como al rico de un país le toca contribuir más al desarrollo que a un pobre.

-Que los del Open Arms y Richard Gere se lleven los pobres a su casa y los alimenten.
La cosa no funciona así. Primero, no podrían, porque lo que esta gente ante todo carece es de legalidad, y la legalidad la dan los estados, no los particulares. Así que el primer compromiso con ellos es de los estados, es devolverles la legalidad como expresión de la dignidad humana que vinieron a buscar al mar.
El estado nos representa a todos, y el estado existe para administrar principalmente justicia y educación a sus miembros. A eso se subordina todo, para eso inventamos los estados y eso supone el compromiso de renunciar a ciertos aspectos de nuestro egoísmo natural. En muchos casos haríamos justicia más rápido si no estuviera el estado de por medio, pero la historia y la experiencia nos demuestra que la justicia por mano propia degenera mucho más rápidamente en injusticia que la justicia clánica, y esta mucho más rápido que la justicia anónima y estatal. Por eso a pesar de todos sus defectos la hemos adoptado y la mantenemos.
La existencia de estados es un triunfo en mí de la noción de humanidad por sobre la del individuo que soy yo mismo: acepto resignar parte de mis deseos, mis ventajas, mi egoísmo, mis posesiones, pero también proteger mejor mis debilidades, y mantenerme a salvo del egoísmo ajeno, en función de igualar un poco el desigual estado de naturaleza, y promover lo más posible a todos sus miembros. Para ello el estado administra justicia, y el estado educa, crea con el tiempo una sociedad de gente que asimila mejor todo lo que tiene que resignar para convivir.
No hace todo esto demasiado bien, por eso siempre podemos criticarlo y es siempre perfectible. No lo hace demasiado bien porque la sociedad humana es compleja, porque además de lo fríamente racional el hombre vive de emociones y se siente más a gusto de ciertas maneras que de otras, y eso no puede medirse ni regularse, pero debe conocerse y respetarse. A menudo el estado falla en eso, porque muchos creen que solo las leyes pueden regular las sociedades, pero no es así. Así que los estados modernos son en muchos casos herederos de una historia de fiascos humanos, de guerras absurdas, de tomas de posición ridículas, y de egoismos de estado, que son más peligrosos aun que los del individuo. Como nos pasa a nosotros hoy con África: somos herederos involuntarios de una historia de vejación y aplastamiento que Europa realizó allí. Así que hay algo de justicia en recibir a los náufragos, herederos también involuntarios de un continente fallido en gran parte por culpa de nuestra historia.

-Ya llegamos a la culpa: qué culpa tengo yo de lo que hizo Holanda en el siglo XVI. España fue más civilizada que los demás en sus conquistas.
Las dos proposiciones son en parte ciertas, solo en parte. Nosotros no tenemos culpa personal en la vejación que la Europa de antaño hizo en el tercer mundo, pero somos herederos del mundo creado por esa Europa. Tampoco ninguno de los tantos "derechos adquiridos" que el europeo siente amenazados fue adquirido por esos mismos individuos. Es muy simbólico que la vieja Europa otorgue la ciudadanía no por nacimiento sino por herencia: se es europeo por ser hijo de europeos. Eso nos obliga a hacernos en parte cargo de la culpa de los padres, puesto que disfrutamos de sus bienes sin haberlos conseguido nosotros mismos.
En cuanto a España, aunque es muy difícil medir objetivamente la culpa histórica que pueda tener un país u otro, sobre todo porque las historias van sucediéndose, y nuevas y nuevas realidades sociales reemplazan, corrigen, profundizan, contradices, las anteriores, uno puede mirar la legislación de época de la conquista de América y ver que había una inspiración muy fuerte a defender al indígena, dentro de las convenciones de la época, por supuesto. En el terreno de la práctica la cosa, desde luego, cambia a peor, como suele ser en la bajada práctica de todo lo humano... España ha conseguido, a duras penas y en medio de muchas contradicciones, mantener cierta relación de asimilación con la América hispana, y podría ser un modelo de lo que podría ser la relación de Europa con África.
Pero en este momento estamos en medio de una crisis humanitaria, no es tiempo de sentarse a pensar modelos y estrategias, ni de repartir carnet de culpables o inocentes, sino de rescatar, dar vida y alimento, educar, hacer crecer. No somos culpables de la historia africana, pero podemos volvernos culpables de los muertos actuales en el Mediterráneo, si no actuamos a pesar de que otros con igual obligación no lo hagan.
España tiene un temple más generoso que otras naciones europeas, es momento de usarlo, no de hacer cálculos de factibilidad. El mundo es de todos los hombres y para todos los seres humanos, o de tanto calcular nos terminaremos hundiendo todos juntos.

-¿Pero por qué eso tiene que salir de mis impuestos?
Porque para eso son los impuestos, para que el estado administre justicia y educación, y en este momento los que requieren una justicia generosa, amplia, nueva, son los que se están ahogando en el Mediterráneo.
No existen "tus" impuestos: del momento en que los pagaste -y que si no los pagas es deuda, de grave cumplimiento- es que ese dinero no es tuyo, es de todos, y debe servir para el proyecto común, ¿qué más proyecto común que una sociedad creada en la justicia y la solidaridad?

1 ["Voxiferante" es una palabra-maleta de las que gustaba Lewis Carroll, que une Vox, vociferar y tóxico].